lunes, 13 de julio de 2015

PSEUDOCIENCIA EN LA ESCUELA (1)

Este pasado sábado 11 de julio tuvimos el inmenso placer de participar en el EEEP de Barcelona, bajo el sugerente título "El hombre de los caramelos: Pseudociencia en la escuela". La experiencia, habiendo sido enormemente positiva, nos ha convencido de la necesidad de dejar constancia escrita de los diversos aspectos que en ella tratamos, a la espera de colgar el correspondiente vídeo. Es por ello que aprovecharemos este caluroso verano para reflexionar en este blog sobre la escuela, la pedagogía y los diversos métodos (con parecidos razonables a los famosos "productos milagro") que han pululado y/o pululan por nuestras aulas. Por unas cuantas entradas vamos a dejar la traducción de artículos escépticos de un lado para escribir nuestros propios artículos sobre ciencia y escuela, con una propuesta firme de antemano que abandone tanto la visión tradicional como la "cool" más propia del New Age: aquí defendemos la pedagogía basada en evidencias. 

La verdad, es que sólo quería hablar de pseudociencias en la escuela. Más o menos, desde un principio, tenía claro cuáles destacar e intentar analizar, pero a medida que seguí informándome, investigando, seleccionando fuentes y más fuentes, vi el enorme escollo que no había previsto en un principio: Houston, teníamos un grave problema. No hablo del consabido fracaso escolar, ni de leyes de educación (¿cuántas lleva este país en democracia?), ni tan sólo de pseudociencia (el tema que me animó a preparar la charla). Lo que me encontré en la red, en los artículos y libros consultados, es una enconada guerra entre dos visiones enfrontadas de lo que debe ser la escuela, el papel del maestro y el del alumno. 

Por supuesto, como en todos los órdenes de la vida, habían unos pocos abogando por cierto entendimiento entre las dos partes, pero allí estaba: la visión de una escuela tradicional contra la de una escuela nueva y más moderna. Una cruenta lucha en la que nadie cede lo más mínimo. En los extremos de esas visiones, nadie concede el beneficio de la duda al rival (en este caso enemigo) y todo lo que huela a uno u otro es automáticamente tachado de inútil o contrario al buen hacer pedagógico por parte de los contrarios. ¿Dónde me posicionaba yo? Y sobretodo ¿cómo hablar de pseudociencia en la escuela cuando el propio papel de esta no estaba unificado por los diversos agentes que en ella participamos?


El docente antidocente

Xarxatic es un blog fantástico escrito por Jordi Martí, docente, como él mismo dice, desconcertado que intenta encontrar su lugar en un mundo que no entiende. Os lo recomiendo encarecidamente. Y es de él que saqué una magnífica reflexión inicial que era la del docente antidocente. Según Jordi Martí:

"Resulta curiosa la facilidad que tienen algunos de expresar máximas educativas de calado. Máximas que, supuestamente, también deberían aplicarse. Éste es el caso del docente antidocente. Sí, aquel docente que cree que todo el aprendizaje se da fuera del aula y que, la función del docente en pleno siglo XXI, queda reducida a poco menos que nada. Sí, apostar por la desaparición del docente cuando uno cobra por serlo es un poco difícil de tragar. Más aún si dichos postulados se dan desde la facilidad de no dar ejemplo. Porque, si uno no cree en el docente, lo mejor que podría hacer en caso de serlo es cambiar de trabajo. Ya está bien de criticar al colectivo y su función poniendo la mano cada mes para cobrar por hacer algo que consideran totalmente innecesario."

Este elemento deja bien claro hasta dónde hemos llegado por lo que respecta a la concepción social del profesor. El chiste gráfico de más arriba, mil veces comentado y visto, no sólo indica cómo ha cambiado el rol de las relaciones padres/hijos en las familias, sino cómo hemos dejado como sociedad que el maestro pueda ser amenazado, increpado o ninguneado por algunos. Pero la figura del docente antidocente indica hasta qué punto este desprestigio social ha llegado hasta la misma profesión. ¿Se imaginan a un médico diciendo cosas tales como "No creo en los hospitales, son lugares donde tener hacinados a los enfermos que mejor se curarían en sus casas" o "Los médicos no sirven de nada o de muy poco, hay muchas enfermedades que se curan solas"? Hay maestros que aborrecen el papel del maestro y la escuela. No creo que sean más que una minoría, pero el simple hecho de que existan (he conocido a alguno de ellos a lo largo de los años) me parece muy triste y una de las maneras más egoístas y cómodas de vivir esta profesión. Ni por un momento confundan a este patético y real personaje con los miles de maestros y profesores críticos con un sistema que atenaza y coarta muchas veces su creatividad, quemados hasta las cejas por tantas batallas perdidas ante claustros inmovilistas o leyes de educación cada dos por tres que desdicen la anterior y promueven "el nuevo sistema que nos llevará a la excelencia educativa". 

El docente antidocente es el equivalente al charlatán, el tipo (me niego a llamarlo maestro) que con su actitud cínica critica todo el sistema educativo y cuantas acciones se hagan dentro de él, dice tener todas las soluciones y, a la hora de la verdad, no pega un palo al agua mientras sigue mamando de la sopa boba que le proporciona el trabajar dentro de ese sistema e institución a los que tanto denigra. Vaya pues, este recordatorio a su triste, triste figura.


El papel de la escuela

Inevitablemente, hablando de educación, el debate se sitúa muchísimas veces, aún sin quererlo, en el terreno de lo ideológico. Toda ideología se sustenta en argumentos, algunos veraces y otros falaces, pero en ningún caso quisimos enfocar la charla por esos derroteros, aunque lógicamente, aún defendiendo la evidencia científica como motor de nuestro quehacer pedagógico, cualquier decisión metodológica implica en parte tomar parte a favor de una ideología u otra, según sea el método. No siendo esta la razón principal de escoger entre unas estrategias y metodologías, sino una consecuencia que, de todas todas, es inevitable, aceptamos cualquier opinión de tipo ideológico que pueda hacerse en contra al respecto de nuestras elecciones, siempre que entre todos asumamos que si fijamos la discusión pedagógica en el terreno ideológico, el consenso es imposible. 

Pongamos un ejemplo: la separación en la escuela por sexos. (1) No hace falta recordar quién está detrás en este país de esta manera de proceder ("Con la iglesia hemos topado"), pero sí convendría mirar qué nos dicen los estudios científicos al respecto, y estos son claros: separar por razones de sexo no implica ninguna ventaja para unos ni para otros a nivel de aprendizaje. Por supuesto, a nivel ideológico, podemos alegar mil objeciones, pero no utilicen el nombre de la ciencia para defender una posición que no está sustentada por ella. A pesar de ello, los colegios privados que separan por sexos van a seguir siendo financiados con dinero público. Fin de la cita.

Mirando qué papel debe ser el de la escuela, desde el método tradicional nos encontramos que prima (de hecho básicamente es lo único que tenían en cuenta) la adquisición de contenidos, saberes y cultura acumulados a lo largo de los siglos. La autoestima del niño, su libertad, el pensamiento crítico, son vocablos desconocidos para este método. Chino mandarín. Por otra parte, la escuela moderna, ha dado visibilidad, dignidad y respeto al alumno. La escuela nueva además introdujo la experimentación, el juego y la manipulación como procedimientos (¡irrenunciables!) mediante los cuales el alumno pudiera acceder de manera más significativa a aquello que se le quería enseñar. El problema es cuando renuncia o pone en un segundo o tercer plano la adquisición de saberes y contenidos y convierte, o pretende convertir, la práctica educativa en una especie de salón de juegos, donde el maestro simplemente observa y el alumno escoge. De ahí en parte deriva el constructivismo, del que hablaremos en un próximo artículo. Pero, a modo de adelanto y para que quede constancia desde un principio, la ciencia tira por los suelos muchísimos de los presupuestos constructivistas, hecho que detallaremos en ese artículo futuro.

Así pues, ¿es posible acordar el papel de la escuela? Invito a cuantos leáis este artículo a hacer vuestras aportaciones personales. Pero de manera rápida y también personal, hago una primera propuesta de qué deberíamos tener en cuenta en la escuela:


-Transmisión del saber y la cultura acumulados.

-Valores: respeto, tolerancia, democracia.

-Conocimiento del entorno.

-Autoconocimento: Autoestima y autonomía.

-Integración en la sociedad: Seres libres, comprometidos, participativos y socialmente responsables.

-Pensamiento crítico.


Quitad y añadid las que queráis. Por supuesto, aquí va a primar mucho el componente ideológico de cada uno, más que el científico, que por otra parte tiene mucho más que decir sobre el cómo llegamos a esos objetivos, que a definir cuáles son los objetivos.

En el próximo artículo, vamos a destripar el método tradicional y sus contradicciones con lo que dice la ciencia acerca de ese "cómo".

(1) Para más información sobre la segregación escolar por sexos: 

http://magonia.com/2012/08/24/con-la-escolarizacion-por-sexos-no-mejoran-los-resultados-academicos-y-aumenta-el-sexismo/

http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2012/08/la-separacion-por-sexos-en-la-escuela.html

http://www.vientosur.info/spip.php?article9083

lunes, 29 de junio de 2015

EL HOMBRE DE LOS CARAMELOS: PSEUDOCIENCIA EN LA ESCUELA

Bien amigos, quizás sea hora de ir dando cuenta del por qué de la larga ausencia de nuestro querido podcast y la poca afluencia de artículos traducidos en estos últimos tiempos por este humilde blog escéptico. La razón, temas de salud aparte, ha sido que hemos estado enfrascados en la preparación de una charla escéptica que realizará Albert Reverter, uno de los componentes del Efecto Mcguffin, el próximo 11 de julio en Barcelona, dentro de esa hermosa iniciativa que se viene desarrollando desde hace ya algunos años en nuestro país y que se llama "Escépticos en el Pub" (EEEP). La cita y los detalles, en el cartel más abajo indicado; la polémica, servida, por el tema tan difícil que se intentará abordar y las ganas de encontrarnos con gente como tú, inmensas, de cara a compartir puntos de vista o simplemente conocernos. Y por supuesto, la promesa de que este verano, una vez acabada la charla, reiniciamos el podcast con fuerzas renovadas.


Todos recordaréis la advertencia, famosa en los 80 e incluso décadas antes, sobre el Hombre de los caramelos: "Si a la salida del colegio, un hombre te ofrece caramelos, no cojas ninguno porque tienen droga". ¿A quién no le decía esto su madre por aquella década? Más tarde, con los 90, llegarían las calcomanías que, avances tecnológicos mediante, decían que estaban impregnadas de LSD para engancharnos desde bien pequeños. La salida de la escuela pues, se asemejaba a traspasar una dimensión donde cualquier extraño esperaba para drogarte o secuestrarte. Todas estas historias, por supuesto, son leyendas urbanas. Leyendas urbanas con algún motivo moralizante para los niños ("No hagas caso de los extraños") que vendrían a suplir los cuentos como el de la Caperucita Roja que, al final, buscaba lo mismo, esto es, desconfiar de los desconocidos. 

Al final se trataba de una mentira piadosa por parte de los padres que intentaba eludir un mal mayor, y es así como el Hombre de los Caramelos de esta historia nunca existió, aunque siempre oímos terribles sucesos acerca de lo que le había pasado a tal niño u otro, de una ciudad lejana o próxima, que una vez aceptó la propuesta de tan enigmático personaje. El mayor peligro fuera de la escuela era, al final, una mentira. Pero lo que nunca sospechamos es que ese Hombre de los Caramelos había encontrado unas víctimas más propicias e ingenuas que los propios niños y no le hizo falta esperar fuera de esa escuela para engatusarlos, sino que sólo tuvo que entrar en ella. ¿Cuántos caramelos y calcomanías se ofrecen a los niños en las aulas con la promesa a los padres y profesorado de que aquella metodología es la definitiva para alcanzar la excelencia de los alumnos en todos los aspectos posibles, ya sean desde el razonamiento lógico matemático hasta la comprensión lectora?

Durante años diversos sindicatos, asociaciones pedagógicas y, por supuesto, el Departament d'Ensenyament de la Generalitat ha ofertado (y sigue ofertando) una amplia gamma de cursos de formación del profesorado que en gran parte cumple los objetivos que todo curso de formación debería tener: eso es, actualización de metodologías según las asignaturas y los descubrimientos científicos alrededor de cómo funciona el cerebro del alumno a la hora de aprender y cuáles son las mejores estrategias para que consiga acceder a un nuevo conocimiento de manera significativa, aprendizaje en el uso de nuevas tecnologías (como la pizarra digital por ejemplo) y reflexión sobre la acción docente en las aulas. 

Pero también durante años diversos sindicatos, asociaciones pedagógicas y, también, el Departament d'Ensenyament de la Generalitat ha ofertado (y sigue ofertando) una amplia gamma de cursos de formación del profesorado basados en la pseudociencia y la sinrazón del New Age, sin base científica (o peor, tratando como ciencia lo que sencillamente no lo es) ni efectos demostrados en la acción de enseñanza-aprendizaje del alumno. Como toda buena pseudociencia, es sencilla de entender hasta por el más lerdo del lugar, no precisa de grandes conocimientos previos ni práctica alguna para ser llevada a cabo, promete resultados de excelencia garantizada en caso de ponerse en práctica, no cuenta con ningún estudio serio que lo respalde más allá que el del propio supuesto "investigador" que la inventó en el mejor de los casos, y no ensucia, no mancha, no huele ni tiene efectos secundarios. 

La varita mágica a los problemas de comprensión lectora, expresión oral y escrita, cálculo mental, deducción, lógica, concentración, atención, desinterés, apatía, descoordinación motora, y cualquier otro problema que pueda tener un alumno. Y mucho del profesorado que entra a hacer estos cursillos, se hace militante y proselitista de esta panacea de la excelencia que tan bien vende y tan poco consigue.

jueves, 28 de mayo de 2015

¿NOS AYUDAN LAS CREENCIAS A SOBREVIVIR?

Interesante reflexión la que nos trae Michael Shermer a raíz de porque creemos en todo tipo de cosas, sin hacer distinción entre aquellas que nos hacen adaptar adecuadamente al medio en el que vivimos y la que no nos ofrecen nada o incluso entorpecen esa adaptación. 

No creo que las creencias religiosas sean diferentes a cualquier otro tipo de creencias: las actitudes políticas, los compromisos con los partidos políticos o las ideologías económicas, por ejemplo. Estas son todas formas de creencia. Creo que la base de toda esta idea es que somos primates buscando patrones. Conectamos los puntos - A conecta con B que se conecta con C - y, a menudo realmente están conectados, y a eso se le llama aprendizaje asociativo. Todos los animales lo hacen. Es un imperativo biológico; nuevas conexiones sinápticas crecen cuando aprendemos algo.

El problema es que no hay ningún módulo de detección de tonterías en el cerebro que diga: "Eso es un patrón auténtico; eso es un patrón falso" con algún algoritmo consistente que nos ayude a discriminarlos. Tendemos a asumir que todos los patrones son reales y que están imbuidos de acción intencional. Y ahí es donde creo que la creencia en los espíritus y fantasmas y almas y dioses y Dios y teorías de la conspiración y así sucesivamente van colándose.

Esto no quiere decir que no haya depredadores y agentes secretos y conspiraciones ahí fuera. Los hay. Pero, una vez más, sólo tenemos las intuiciones que nos ha dado la evolución. En muchos sentidos, son adaptativas, en términos de formación de creencias - tenemos que formar creencias - y en esa medida, esas adaptaciones siguen siendo vitales para la supervivencia. Pero, por otro lado, hay un montón de tonterías falsas por ahí, y también somos susceptibles de creerlas. Y ahí es donde no son adaptativas.

Es una espada de doble filo. Si nos libráramos de todas las creencias extrañas, lo que significaría, en realidad, es que nos estamos deshaciendo de todas las creencias. Escribí un libro llamado “¿Por qué la gente cree cosas extrañas?”. Bien, ¿por qué la gente cree cosas extrañas? Porque tienen que creer en las cosas, y las cosas raras van con ellas acompañándolas. En ese sentido, siempre voy a tener empleo seguro. Siempre habrá gente que crea en estas cosas.

Ahora mismo pienso en la educación de masas y la era de la ciencia y todo lo que marca la diferencia, en comparación con, por ejemplo, hace 500 años. Las personas son mucho menos supersticiosas de lo que eran entonces. Pero, sin embargo, la gente todavía alberga todo tipo de creencias extrañas y disparatadas. Por ejemplo: el 9/11 fue una conspiración de la administración Bush: volaron estos aviones con dispositivos de control remoto después de que los pasajeros fueran sacados y llevados lejos a Canadá para ser gaseados. Eso es sólo la punta de la parte más ridícula de esa conspiración en particular. ¿Cómo puede alguien creer eso? Pues lo hacen - un montón de gente lo hace. Por eso aún sigue existiendo. Aproximadamente entre un tercio y la mitad de los estadounidenses creen en la astrología y en las cartas del tarot y en psíquicos que pueden hablar con los muertos y en los ovnis y los extraterrestres y en el Bigfoot. Los porcentajes son sorprendentes. Aún así, no es el 90 por ciento. Es mejor de lo que solía ser.

jueves, 7 de mayo de 2015

6 MITOS ENGAÑOSOS EN LA EDUCACIÓN

Evidence Based Teaching es una web que, auspiciada por una iniciativa de diversa gente del mundo científico y académico (entre otros Ben Goldacre, autor del maravilloso libro "Bad Science") pretende poner bajo el método científico una serie de metodologías pedagógicas con el fin de objetivar si en términos de ciencia estas tienen una incidencia o no en el proceso de aprendizaje del alumno en la escuela, y si esta incidencia es positiva o negativa. El tema da para mucho (y sin duda mucha discusión), pero aquí te dejamos un pequeño Top 6 sobre mitos de la Educación (algunos de los cuales realmente son sorprendentes por lo absolutamente asumidos que están entre muchos de los componentes del cuerpo docente). 

El sector de la educación está lleno de mitos y modas que tienen poco o ningún fundamento en la evidencia. Sin embargo, muchos maestros aceptan estos mitos como hechos. Algunos lo hacen por el adoctrinamiento que recibieron durante su formación inicial del profesorado, otros lo hacen porque un asesor o consultor les dijo que era una buena idea. Estos mitos están tan bien atrincherados que usted incluso los encontrará referenciados en algunos sistemas de evaluación.

Aquí hay 6 creencias comunes que la investigación ha demostrado ser mitos.


Mito 1: El grado de docencia ayuda a ser un mejor profesor
Los grados de enseñanza deberían preparar a la gente para enseñar bien y ayudar a los estudiantes a lograr grandes resultados.

Tristemente, el análisis de John Hattie (1) de investigación muestra que este no es el caso.

La importancia del efecto de la formación del profesorado en los resultados posteriores de los estudiantes es insignificante.

John Hattie

El problema es que los grados de enseñanza promueven y difunden teoría. ¿Por qué es un problema?

La primera razón es que la teoría no siempre se cumple con las exigencias prácticas impuestas a un profesor mientras realiza su trabajo. Hay una diferencia entre saber qué hacer y realmente ser capaz de hacerlo - y mucho menos hacerlo bien. `

La segunda razón es que una gran parte de la teoría que se vende en las universidades no está respaldada por pruebas sólidas. Desde la metodología de lenguaje total de mi época al constructivismo de hoy - las teorías no probadas enseñadas por las universidades son a menudo poco más que modas.


Mito 2: Los niños aprenden mejor cuando descubren cosas por su cuenta

La idea de que los niños aprenden mejor cuando descubren cosas por su cuenta está muy arraigada en la mente de la mayoría de los educadores - pero es un mito.

Este mito es promovido en muchos cursos de enseñanza (ver Mito 1), y se ve reforzado por los sistemas educativos cuyo personal fue adoctrinado hace muchos años. Sin embargo, es un mito, ya que se basa en una conjetura (es decir, la idea de alguien acerca de cómo los alumnos aprenden), más que en la evidencia.

La investigación (2) muestra que cuando los maestros enseñan activamente a los niños, tienen 3 veces más efecto sobre los resultados de los estudiantes que cuando tratan de facilitar el aprendizaje.

Si bien queremos que nuestros estudiantes se conviertan en ciudadanos librepensadores e independientes - dejarlos que aprendan de forma independiente no es la manera de hacerlo.


Mito 3: Los niños aprenden más cuando tienen control sobre su aprendizaje

Hay otra creencia popular que no tiene ningún fundamento en la evidencia. Se llama el aprendizaje centrado en el estudiante, y se ha aceptado ciegamente por muchos educadores como una buena idea.

En lugar de tener un profesor que decida lo que los estudiantes aprenderán, los defensores del aprendizaje centrado en el estudiante creen que necesita ser guiado por los intereses de los estudiantes. La idea es que dando a los estudiantes opciones sobre lo que aprenden les ayuda a aprender más efectivamente.

¡No lo hace!

La investigación muestra que dar el control a los estudiantes sobre o la elección de lo que aprender no tiene absolutamente ningún impacto en sus posteriores resultados (4).

Curiosamente, dando a los estudiantes opciones de cosas triviales (por ejemplo, con qué color del bolígrafo pueden escribir) tiene un efecto pequeño pero positivo en los resultados de los estudiantes.


Mito 4: Los niños aprenden mejor cuando usted se adapta a su estilo de aprendizaje

La idea de que las personas prefieren aprender de diferentes maneras está bien aceptada en las escuelas. Según la popular teoría de los estilos de aprendizaje, el aprendizaje de algunos niños es visual, otros prefieren el aprendizaje auditivo y a los kinestésicos les gusta aprender moviéndose.

Intuitivamente, tiene sentido atender a estos diferentes estilos de aprendizaje. Sin embargo, las investigaciones (6) muestran que este no es el caso.

Más bien, los análisis de investigaciones independientes muestran que atender a los estilos de aprendizaje es en el mejor de los casos una pérdida de tiempo, y en el peor, una estrategia que tiene un impacto negativo en el aprendizaje.

Los estilos de aprendizaje tiene tanta base científica como los cristales mágicos que se pueden comprar en la tienda de Rey Arturo en Glastonbury.

Tom Bennett


Mito 5: Hacer repetir a los niños ayuda, pero acelerarlos a un curso superior no

Muchas escuelas, a menudo a petición de los maestros y padres de familia, hacen repetir a los niños que tienen dificultades académicas o que son de desarrollo inmaduro.

Lo hacen con la creencia equivocada de que un año más en el mismo curso ayudará a los estudiantes que luchan por ponerse al día, o que va a dar a los estudiantes de desarrollo inmaduro el tiempo para madurar y un ambiente seguro para adaptarse al ambiente escolar.

Sin embargo, la investigación (7) muestra que la repetición de los estudiantes no ayuda a los niños a ponerse en marcha, a madurar o ajustar su idea de la escuela. De hecho, los estudiantes con dificultades que promocionan al siguiente grado superan a los pares que repiten.

Sería difícil encontrar otra práctica educativa en la que la evidencia es tan inequívocamente negativa.

Ernest House

En el otro extremo del espectro, las escuelas y los maestros también luchan con la cuestión de cómo atender a los estudiantes académicamente superdotados. Uno de los métodos menos utilizados implica acelerarlos a un curso superior.

Irónicamente (dada la ineficacia de hacer repetir a los alumnos), este tipo de promoción funciona y funciona bien (8). Estos estudiantes acelerados superan los logros de sus compañeros no acelerados (es decir, los niños de habilidad similar) por casi un año entero. Además, los estudiantes acelerados tienden a ajustarse tan bien como los estudiantes brillantes que ya están en el grado en el que fueron promocionados.

Y, a pesar de la creencia popular de lo contrario, los estudiantes académicamente superdotados tienen más problemas sociales cuando no son acelerados que cuando lo están.


Mito 6: Las dietas especiales ayudan al comportamiento

Muchos padres y maestros creen que ciertos alimentos llevan a los niños a portarse mal.

Una creencia común es que el azúcar conduce a la hiperactividad y a la posterior mala conducta. Una revisión (9) de 16 estudios de doble ciego, controlados con placebo que investigaron la relación entre el azúcar y la hiperactividad encontraron que no existe tal vínculo.

Más bien, el mal comportamiento de algunos niños puede atribuirse a las expectativas de los padres (o maestro), las expectativas del niño (a muchos niños se les ha dicho que el azúcar los hace hiperactivos), un lugar externalizado de control y la mala crianza.

Otra creencia común es que los aditivos alimentarios provocan mayores niveles de hiperactividad en algunos niños. El metanálisis de John Hattie sobre el tema (10), mostró que hay poca o ninguna relación entre los aditivos alimentarios y cómo los niños se comportan en el aula.


Estas 6 creencias comunes son mitos, ya que no están apoyadas por evidencia científica. 

Como los investigadores continúan su trabajo, surgirán sin duda nuevos puntos de vista. Si usted está enterado de algún metaanálisis independiente sobre cualquiera de estos temas, por favor háganoslo saber.

*N del T: Los números entre paréntesis hacen referencia a los estudios. En la web original se encuentran todos debidamente indexados.

viernes, 24 de abril de 2015

FREAKOLOGOS: JESUCRISTO

Freakologos es una iniciativa divertidísima de un grupo de gente un poco "pa allá" que se dedica al difícil arte del humor. Desde su productora "PerformArt", Manu Pradas y su gente nos dan la versión alternativa de personajes de ficción varios, famosos por sus poderes o quién sabe qué. Hoy, uno de los más divertidos: Jesucristo.


domingo, 19 de abril de 2015

LA CONFESIÓN FIRMADA DE MARGARET FOX

En la enciclopedia paranormal encontramos un curioso e histórico escrito realizado por Margaret Fox, una de las famosas hermanas Fox, precursora del fenómeno del Espiritismo por sus supuestas dotes para contactar con el Más Allá y todos los muertos que supuestamente habitan en él. Esta confesión es un escrito narrado y firmado por ella misma donde explica cómo "funcionaban" realmente sus poderes paranormales. Toda una declaración a tener en cuenta viniendo de quien viene.

El siguiente texto es la confesión de la espiritualista Margaret Fox (AKA Maggie, Margaret Fox Kane), publicado en el Nueva York World, el 21 de octubre 1888: 

Hago esto porque considero que es mi deber, una cosa sagrada, una misión sagrada, el desenmascararlo (el Espiritismo). Quiero ver el día en que quede totalmente destruido. Después de haberlo desenmascarado espero que al Espiritismo se le dé un golpe de muerte. Yo fui la primera en ese campo y tengo derecho a exponerlo. 

Mi hermana Katie y yo éramos niñas muy jóvenes cuando se inició este horrible engaño. Yo sólo tenía ocho años, sólo un año y medio más que ella. Éramos niñas muy traviesas y sólo buscamos aterrorizar a nuestra querida madre, que era una mujer muy buena y muy asustadiza. 

Cuando nos íbamos a la cama por la noche solíamos atar una manzana a una cuerda y movíamos la cuerda hacia arriba y hacia abajo, haciendo que la manzana rodara por el suelo, o la dejábamos caer en el suelo, haciendo un ruido extraño cada vez que rebotaba. Madre escuchó esto por un tiempo. Ella no lo entendía y no sospechó que fuéramos capaces de un truco así porque éramos muy jóvenes. 

Por fin no pudo soportarlo más y llamó a los vecinos y les contó lo que sucedía. Esto fue lo que nos hizo descubrir un medio de hacer los golpes (raps) más eficazmente. Creo que, cuando reflexiono sobre ello, fue un descubrimiento maravilloso, algo maravilloso que unas niñas hubieran hecho tal descubrimiento, y todo solamente por el deseo de hacer mal. 

Nuestra hermana mayor tenía veintitrés años de edad cuando yo nací. Ella vivía en Rochester cuando estos trucos comenzaron, pero vino a Hydesville, el pequeño pueblo en el centro de Nueva York en el que nacimos y vivimos. 

Todos los vecinos de alrededor, como he dicho, fueron llamados para presenciar estas manifestaciones. Fueron tantas las personas que vinieron a la casa que no fuimos capaces de hacer uso del truco de la manzana excepto cuando estábamos en la cama y la habitación estaba a oscuras. Incluso entonces apenas podíamos hacerlo, así que la única manera era el rap en la armadura de la cama. 

Y esa es la forma en la que empezamos. En primer lugar, como un simple truco para asustar a la madre, y luego, cuando tantas personas vinieron a vernos, a las niñas, nosotras mismas estábamos asustadas, y por autoprotección nos obligamos a mantenerlo. Nadie sospechó de ningún truco porque éramos niñas muy pequeñas. Nos guió mi hermana a propósito y nuestra madre sin querer. A menudo la oía decir: 

'¿Es esto un espíritu sin cuerpo que ha tomado posesión de mis queridas hijas?' 

Eso alentó nuestra diversión y seguimos en ello. Todos los vecinos pensaron que había algo y querían saber qué era. Estaban convencidos de que alguien había sido asesinado en la casa. Preguntaron a los espíritus a través de nosotros al respecto y rapeamos un golpe para el “sí” y no tres como hicimos después. El asesinato, concluyeron, debía haberse cometido en la casa. Fueron buscando por todos los rincones del país tratando de obtener los nombres de las personas que anteriormente habían vivido en la casa. Finalmente encontraron a un hombre llamado Bell, y dijeron que este pobre hombre inocente había cometido un asesinato en la casa y que los ruidos provenían del espíritu de la persona asesinada. Pobre Bell fue rechazado y considerado por toda la comunidad como un asesino. 

La señora Underhill, mi hermana mayor, nos llevó a Katie y a mí a Rochester. Allí fue donde descubrimos una nueva manera de hacer los raps. Mi hermana Katie fue la primera en observar que silbando con sus dedos podía producir ciertos ruidos con los nudillos y las articulaciones, y que el mismo efecto se podía hacer con los dedos de los pies. Encontrando que podríamos hacer raps con nuestros pies (primero con un pie y luego con los dos) practicamos hasta que pudimos hacer esto fácilmente cuando la habitación estaba a oscuras. 

Como la mayoría de las cosas desconcertantes cuando se aclaran, es sorprendente la facilidad con que se hace. Los golpeteos son simplemente el resultado de un perfecto control de los músculos de la pierna debajo de la rodilla, que rigen los tendones del pie y permiten la acción de los huesos del dedo del pie y el tobillo que no son comúnmente conocidos. Tal control perfecto sólo es posible cuando un niño es cogido a una edad temprana y cuidadosa y continuamente se le enseña a practicar los músculos que crecen rígidos en años posteriores. Un niño a los doce años es casi demasiado viejo. Con el control de los músculos del pie, los dedos de los pies pueden ser llevados hasta el suelo sin ningún tipo de movimiento que sea perceptible para el ojo. Todo el pie, de hecho, se puede usar para dar golpecitos por el uso sólo de los músculos debajo de la rodilla. Así que esta es la sencilla explicación de todo el método de los golpes y los raps. 

En Rochester la señora Underhill hizo exhibiciones. Tuvimos multitudes que vinieron a vernos y lo hizo cobrando de cien a ciento cincuenta dólares la noche. Ella se lo embolsilló. Muchos grupos llegaron de todas partes a vernos. Muchos tan pronto oían un pequeño rap quedaban convencidos. A todas las preguntas contestamos con raps. Sabíamos cuando rapear un “sí” o un “no” de acuerdo a ciertos signos que la señora Underhill nos daba durante la sesión. 

Un gran número de personas cuando escuchan el rap se imaginan a la vez que los espíritus les están tocando. Es una ilusión muy común. Algunas personas muy ricas vinieron a verme hace unos años cuando vivía en calle Cuarenta y dos e hice algunos golpecitos para ellos. Hice el rap del espíritu en la silla y una de las señoras gritó: 

"Siento que el espíritu me está tocando el hombro." 

Por supuesto que era pura imaginación. 

A Katie y a mí nos llevaron por todos lados como corderos. Fuimos a Nueva York desde Rochester y luego por todos los Estados Unidos. Atrajimos inmensas multitudes. Recuerdo particularmente Cincinnati. Nos detuvimos en la Casa Burnett. Las habitaciones estuvieron abarrotadas desde la mañana hasta la noche y fuimos llamadas por esos viejos miserables para mostrar nuestros golpeteos cuando deberíamos haber estado fuera jugando al aire fresco. 

Nadie ha sospechado nada desde el inicio en 1848 hasta la actualidad en cuanto a cualquier engaño en nuestros métodos. Nunca ha habido una detección. Pero como el mundo creció en sabiduría y la ciencia comenzó a investigar empezamos a adaptar nuestros experimentos para nuestras audiencias. Nuestras sesiones se llevaban a cabo en una habitación. Había un centro de mesa en el centro y todos estábamos de pie alrededor de él. 

Por lo que se refiere a los Espíritus ni mi hermana ni yo pensamos en ello. Sé que no hay tal cosa como los difuntos que regresan a esta vida. Muchas personas me han dicho que tal cosa era posible y parecían creer tan firmemente en ello que traté de verlos, y lo he intentado de todas las maneras y sé que no se puede hacer. 

Después de casarme, el Dr. Kane no me dejaba referirme a mi antigua vida, quería que me olvidase de ella. Pero cuando me quedé pobre, después de su muerte, me condujeron a ella de nuevo, y quiero decir claramente que debo toda mi desgracia a esa mujer, mi hermana. Le he preguntado una y otra vez: 

'Ahora que eres rica, ¿por qué no salvas tu alma? 

Pero ella pasaba de mis palabras. Quería establecer una nueva religión y me dijo que recibió mensajes de los espíritus. Ella sabía que estábamos engañando a la gente, pero trató de hacernos creer que existían los espíritus. Nos dijo que antes de que naciéramos los espíritus entraron en su habitación y le dijeron que estábamos destinadas a grandes cosas. 

Sí, voy a desenmascarar el espiritismo desde su fundación. He tenido la idea en mi cabeza durante muchos años, pero nunca antes había llegado a una determinación. He pensado en ello día y noche. Detesto lo que he sido. Yo solía decir a los que me querían para hacerles una sesión de espiritismo: 

"Usted me está conduciendo al Infierno “. 

Luego, al día siguiente iba a ahogar mi remordimiento en el vino. Yo era demasiado honesta para seguir siendo una "médium". Es por eso que dejé mis exhibiciones. ¡He visto tanto engaño miserable! Todas las mañanas de mi vida lo tengo delante de mí. Cuando me despierto me cavilo sobre ello. Es por eso que estoy dispuesta a afirmar que el espiritismo es un fraude de la peor especie. He tenido una vida de tristeza, he sido pobre y he estado enferma, pero considero que es mi deber, una cosa sagrada, una misión sagrada el desenmascararlo. Quiero ver el día en que quede totalmente destruido. Después de que mi hermana Katie y yo lo desenmascaremos espero que al Espiritismo se le dé un golpe de muerte. 

No quiero que se entienda que la Iglesia Católica me ha aconsejado hacer estas exposiciones públicas y esta confesión. Es mi propia idea. Mi propia misión. Yo lo habría hecho hace mucho tiempo si hubiera tenido el dinero y el coraje necesarios para hacerlo. No pude encontrar a nadie que me ayudase a ello. Era demasiado tímida para preguntar. 

Ahora soy muy pobre. Tengo la intención, sin embargo, de descubrir el Espiritismo, porque creo que es mi deber sagrado. Si yo no puedo hacerlo ¿quién puede? ¿Yo, que he sido el comienzo de la misma? Al menos eso espero para reducir las filas de los ocho millones de espiritistas en el país. Entro en ella como en una guerra santa. Estoy esperando con ansiedad y temor el momento en que pueda mostrar al mundo, mediante la demostración personal, que todo el Espiritismo es un fraude y un engaño. Es una rama de la prestidigitación, pero tiene que ser estudiado de cerca para obtener la perfección. Nadie más que un niño a una edad temprana, hubiera alcanzado nunca tanto mal como yo he hecho. 

Confío en que esta Declaración, viniendo solemnemente de mí, la primera y la más exitosa en este engaño, romperá el rápido crecimiento del Espiritismo y demostrará que todo es un fraude, hipocresía y un engaño. 

Firmado

Margaret Fox